Hoy hemos dedicado un rato precioso y muy especial, a despedir a una de las lideres de MEB, nuestra querida Regina, una paciente que falleció durante las semanas duras del COVID. Una gran y triste pérdida, que nos dejó bien fastidiados.
Nos hemos podido juntar a comer en MEB con su hija, y contarnos anecdotas y cosas sobre sus últimos tiempos, y repasar su biografia, lo cual ha permitido -en parte- saldar una cuenta con el dolor ocasionado por el desarraigo inesperado que supuso su fallecimiento.
Regi era una señora menudita y regordita pero muy, muy lista. La parálisis facial la había dejado una sonrisa pícara realmente entrañable. Tenía un caracter único, un sentido del humor capaz de revolucionar TODO. Era una abuelita super social, una lider y organizadora en su parroquia, fan de la cerveza y las patatas fritas. Tenía una pandilla de amigas que la quería mucho. Muy abierta y moderna. A pesar de su aspecto clásico, era mas abierta de mente que la mayoría de la gente con tres veces menos de edad. Amiga de su hija Regi, y confidentes mutuas -madre e hija- a lo largo de toda su vida.
Se hacía querer mucho, y con su pérdida se nos queda una espina clavada. Dedicar a este rato a hablar sobre ella, nos ha hecho bien.
Hace unas semanas, a los pocos días de fallecer, su hija nos envio esta carta, cuyo testimonio reproducimos a continuación, y que es todo nuestro capital, nuestra verdadera recompensa, y el combustible, no solo para seguir, sino también para hacerlo aun mejor y bajo mas responsabilidad. Hay mucha gente que nos necesita así.
Va por ti Supe Regi. ¡Siempre se te echará de menos!
La carta dice asi:
Mis queridos… No se muy bien como llamaros… fisioterapeutas favoritos, salvadores o amigos.
Sólo quiero daros las gracias por todo lo que habéis hecho por mi madre y por mi, no tengo palabras para expresar todo lo que ha supuesto durante estos meses teneros conmigo y en mi vida.
Desde el minuto 1 que contacté con vosotros, con Eva en ese momento, sin siquiera saber si al final trabajaríais con mi madre, con mi GRAN MADRE, me dedicasteis atención, apoyo, orientación y lo que es más importante cariño y consuelo.
Después llegaste tú David, y aún no sabíamos que iba a pasar, pero impactaste tanto a mi madre, y a mi, que no tuvo la menor duda de que vosotros y sólo vosotros quería que la ayudarais, aunque se tuviera que enfrentar con alguno de la familia.
A partir de ese momento, el contacto fue continuo ofreciéndome tanto, tanto, que no podré olvidarlo jamás.
Y llegó el día, empezasteis a trabajar con ella, y no fue fácil, problemas con la residencia, y otras cosas… Eso sí,con el apoyo y gratitud incondicional de mi madre, y por supuesto mio.
Y conocimos a Paula y Sonia. Sus niñas, a las que echaba de menos si un día no iban, de las que se quejaba porque la hacían trabajar mucho, a la vez que las adoraba. La disteis fuerza, ánimo, seguridad, «chutes» como ella decía, de positividad y autoestima.
Y avanzó. Avanzó y mucho, incluso volvió a sonreír, a su manera, pero sonrió y volvió a tener ganas de superarlo.
Os agradezco lo que hicisteis con ella, pero ¿y conmigo? No tengo palabras, vuestro cariño, vuestro consuelo constante, vuestro ánimo cuando empezaba a flaquear, vuestras palabras, vuestra dedicación hacia mí, fuera la hora que fuera. Cuántas lágrimas he derramado hablando contigo Paula, como me has consolado, como me has alentado, como me has apoyado y dado fuerza para enfrentarme en la residencia y no tirar la toalla, cómo has entrado en mi vida y en mi corazón.
Si no hubiera sido por vosotros, por vuestro buen hacer, por vuestro cariño, no creo que hubiera podido tirar tanto.
Hace años alguien me dijo que la vida de una persona es como un tren, en cada estación sube gente, algunos se van bajando en distintas paradas, pero alguno de ellos te acompañan hasta la última estación y tú, vosotros, estaréis en mi tren, hasta mi última estación, os lo puedo asegurar.
No se me da muy bien escribir y menos intentando transmitir sentimientos tan fuertes, pero quería deciros lo importantes que habéis sido para mi GRAN MADRE a la que adoro y a la que admiraba y admiraré durante toda mi vida y desde luego para mi.
Realmente no tengo palabras.
Me gustaría veros y despedirme de vosotros cuando todo esto acabe y espero que así sea, pero os vuelva a ver o no, SIEMPRE OS LLEVARÉ EN MI CORAZÓN.
GRACIAS POR FORMAR PARTE DE NUESTRA VIDA Y HABER DEJADO QUE ENTRÁSEMOS EN LA VUESTRA.
Regina, Abril 2020.
También estáis en mi tren!!!!