Aquí está la transcripción de los apuntes de futuro en el cuaderno, que supusieron hace un año, el punto de partida formal de MEB. Como os comentaba en la entrada anterior.

APUNTES DE FUTURO. 24, Agosto 2016.

«Me siento feliz. Comienzo a sentirme feliz.

Después de todo lo sucedido, tengo que ir recomponiéndome a mi mismo, dejar a un lado la tensión de estos últimos años, y que vaya emergiendo el David relajado y capaz de hacer lo que el quiera hacer. Confiado, puesto que parece que ha llegado el momento para ello.

Llevo todo este tiempo, atrapado en una intensa lucha adaptativa, por hacer o crear un recurso adaptado a las circunstancias que encontraba (en las distintas estructuras para las que he trabajado) e intentar transformarlas en lo que yo siempre he creido.

Y no me arrepiento ni de medio paso de los que he dado hasta ahora. Ha sido aprendizaje. Pero ahora todo esto se acabó. Ahora voy a poder hacer lo que yo soy, y eso es una gran noticia. Algo que poner al alza, tener siempre presente y desde ahí: hacer. Desde la posición del David libre, y por qué no, soñador. Es lo que soy.

Ha sido tal la lucha adaptativa que incluso de cara a emprender esta aventura, sin quererlo, ya me estoy poniendo de nuevo mis límites, pensando en la manera de crear un recurso adaptado al supuesto contexto habitual y ortodoxo, en pos de encontrar la viabilidad del proyecto.

Pero no. Habrá que arrancar, si; pero tengo claro cual es el objetivo final. Aunque no tenga ni idea, y no pretenda, ni tan siquiera saber como se va a llegar hasta ahí.

Debo hacer mi camino, toda aspiración ha de ser simplemente ser, ejercer, estar, siendo uno mismo. Y desde ahí llevar a cabo todo lo que pueda llegar a ir viniendo.

Estar con mis pacientes, trabajar y tener el tiempo para poder seguir con mis cosas (son estas), ya que si no fuera por la presión económica, es lo que siento que tengo que hacer.

Hacia fuera saldremos a través del blog, y así pasaremos a existir. Objetivo nº1: arrancar, lo que mas me cuesta y 2º dejarse llevar y volcar sin pudor, ni temor al fracaso lo que llevo dentro. ¡Dios mio! Al menos intentarlo. El blog tengo que ponerlo en marcha, pues es mi espacio, mi casa amarilla (la del pobre Vincent Van Gogh) En torno a la filosofía del blog me gustaría agrupar a gente con un interés común. Desde donde poder desarrollar lo que ellos mismos son como personas, de la manera en la que ellos creen que es nuestra profesión, aquella en la que muchos creemos. Y creo que hay gente suficiente, con ese vacio y -al mismo tiempo- con esas capacidades por la dedicación al cuidado de las personas.

Y que, desde esa situación, sientan que si se puede. Y estén inspirados a abrirse a una nueva perspectiva, real y concreta, como es la integración del valor del amor, y sus diferentes dimensiones, en los que se dedican al cuidado de las personas; que por extensión es el de toda la humanidad.

Necesitamos sentirnos protegidos y seguros de que cualquier persona sea la persona que realmente es. Algo así debe significar la palabra dignidad, algo de esto tiene ese concepto. Y desde esa dignidad de la no opresión, salir al encuentro de las personas y hacerse con un espacio de vida alegre y feliz.

Creo firmemente que generar un espacio de convivencia con estas características, es crear el ambiente para inducir a cambios profundos en nuestra vidas, y en nuestra salud. Ese microclima, donde la naturaleza de los integrantes es biopsicosocial, y desde donde poder ocuparse, e incidir en los abollones que cada uno tenemos, y que sin duda impactan en nuestra salud.

Sean personas con discapacidad física, con problemas de salud mental, discapacidad intelectual, padecientes de dolor crónico, personas mayores y, en general, los colectivos especialmente vulnerables a la deformidad de lo normativo.

Trabajamos por una idea de diversidad por el solo hecho de aceptar nuestra rarezas, de validarnos a nosotros mismos y de que merezca la pena tener un sitio en la vida. Tan sencillo y lógico como esto. El amor está lleno de conceptos sencillos, simples y básicos.

Siempre daremos luz y esperanza, por que desde nuestra intervención siempre vemos posible el cambio, al concebir nuevos horizontes de posibilidad, creados desde el conocimiento y la experiencia. Vemos personas, mas que patologías, lo cual es una dimensión mucho mas amplia… inmensa.

Estos cambios se materializarán a través de acciones que podamos llevar a la práctica, a la tierra. Por lo que, tenemos que ser un centro donde aparte de proponer ese espacio de convivencia, que ya es mucho, gestionemos recursos externos, creemos nuevos recursos, y seamos en definitiva un recurso de recursos.

Estas acciones, estas soluciones discurren bajo la idea de habilitar, empoderar a cada persona, familia y entorno humano en su propio proceso, puesto que el control y participación de una persona en sus propias circunstancias, están a la base de los principios de dignidad y autonomía.

Tenemos que aportar soluciones en distintas dimensiones, que faciliten el desempeño y la participación en la vida, y que tengan como resultado un bienestar hacia la vida. Y esto es algo donde no se si llega el estado actual de la medicina física y la rehabilitación.

Hemos de ser capaces de ir hacia fuera, hacia la habilitación para la participación de las personas en contextos reales. Desde el centro (la persona) hacia el exterior (entorno). Lograr una capacitación vital, que parte de la mente, y pasa por la optimización de las capacidades físicas, de los poderes comunicativos, de la gestión de los recursos socio-comunitarios, de la implantación de tecnología accesible (económicamente hablando) con el fin de empujar a través de ayudas técnicas y tecnológicas. Ser capaces de acompañar, de asistir.

Y para ello tenemos la idea, pero nos falta la gente que pueda ir articulando todo esto.

Una buena idea podría ser esta llamada a la acción, que demanda ayuda y presencia, cualquiera que sea. Desde el empujón en redes sociales hasta la presencia física y participativa.

Creo firmemente que estamos en el momento, en el que -con motivo de que- hay personas que compartimos intereses comunes, genuinos y reales, estamos condenados a la colaboración, a la creación de sinergias, incluso simbiosis, para el beneficio de los que comparten esos objetivos, y en nuestro caso de las personas a las que alcance nuestro servicio.

Me gustaría mucho que esto tuviese un reflejo a la hora de compartir el conocimiento, de manera libre y económica, puesto que el conocimiento es algo hecho por todos y que en consecuencia ha de ser para todos. Ha de tener siempre un fin social y comunitario, por que es el lógico retorno. Por eso desarrollaremos acciones también de puesta en común del conocimiento, donde se engloban no solamente los conocimientos intelectuales, sino también el conocimiento adquirido por la experiencia de las personas.

Al igual que lo buscamos incansablemente con los pacientes que trabajamos, también hemos de hacer extensible al resto, esa convicción de que cada persona merece la pena, que toda persona, sea cual sea su condición tiene algo que enseñar. Pues desde esa especie de afecto intrínseco por las personas, se las refuerza e incita a la apertura e interacción.

Necesitamos el contacto, dar y recibir, sabemos que eso apacigua a las personas, el contacto, el tocar mas allá del contacto físico.

Querría crear este edén donde la gente viniera por iniciativa propia y se despidiera lo antes posible de nosotros, pero guardándonos para siempre, y mutuamente, en nuestros corazones y en cada sinapsis que realicemos.

Quiero que sea un espacio común en el que la gente llegue y pueda salir, sin fronteras, sin barreras, que transformen en capacidad, el deseo de escapar del encerramiento.

En mi utopía, el espacio de convivencia ha de permitir disfrutar de la naturaleza, pues ella es nuestra madre, nuestra paz y nuestra fuente de energía vital.

Ahora solo hace falta ponerse manos a la obra, definir quizás lo mas difícil, el principio. Ajustarlo a mi situación personal, dejar fluir la vida, sentirla. Sentir a mis hijos y a mi familia, incluyendo a mamá Naturaleza.

Paciencia, sabiduría, sentido, voluntad, diversión y amor para afrontar esto. ¡Ah! Y no predestinarse.  🙂

Estamos ya casi en marcha.

Revolution!

 

David. 24, Agosto 2016. Parque de los patos, Villa.