Este pasado fin de semana hemos organizado en MEB centro la formación de “Sexualidad para personas con discapacidad” Nos costó juntar a gente suficiente para sacarla adelante, pero finalmente lo logramos, y nos juntamos un ramillete de profesionales, junto a Gaspar P. Tomás el docente del curso, y la verdad es que, lo hemos disfrutado mucho.

Parece mentira que un aspecto tan trascendental para las personas como la sexualidad, sea obviado en la práctica clínica.

 

No es distinto al caso de otras iniciativas que, son resultado de una corriente de atención centrada en la persona, y que también -hoy por hoy- son obviadas desde la atención que damos a las personas con discapacidad, a pesar de que tienen un impacto incuestionable en su autonomía y calidad de vida.

Hablar de sexualidad es hablar de un derecho, porque como bien dice Gaspar: La sexualidad se trata de un hecho humano para todas las personas. Y esto abarca desde la construcción libre de nuestra identidad sexual, hasta las relaciones sexuales que uno pueda tener consigo mismo y los demás. La sexualidad, además del valor intrínseco que posee, tiene la importancia de ejercer de trampolín a otras aspectos y estados de bienestar.

Es imposible repasar todo lo que hemos visto en estos dos días: Los fundamentos teóricos, la práctica y los comentarios a los casos que Gaspar -desde su conocimiento y experiencia- nos presentaba, y en los cuales todos los que participamos nos sentimos con la confianza de participar y opinar, construyendo un espacio de conocimiento y relación muy bueno. Hemos tenido incluso la ocasión de conocernos entre todos, para lo que suele ser habitual en este tipo de formaciones cortitas.

Tengo la sensación de que ha sido un fin de semana en el que, en armonía y coherencia con el tema que tratabamos, hemos hablado sobre todo de tolerancia, diversidad, y respeto. Lo cual parece confirmar la idea de que estos son los valores principales de una atención centrada en y con la persona.

Cuando a la mecánica de cualquier intervención se le añade un marco de entendimiento mas amplio y complejo, y se aplica mediante estos valores que corresponden a la realidad subjetiva que nos conforma, parece que todo el conocimiento científico que desplegamos tuviera mas sentido y contexto.

Parece dificil tratar sobre sexología sin aplicar estos valores. Toda la teoría y evidencia de la que dispongamos en relación al tema (que la hay) en ultimo término hay que trasladarla a la persona, llevarla a la tierra, y es ahí donde cobran importancia los valores de tolerancia y en general todos aquellos en los que se fundamenta «el oficio de la atención a las personas»

Un ensanche en la mirada se impone como necesario.

Otra de las cosas que mas me ha llamado la atención, ha sido que, al cabo de estar una simple hora hablando de sexualidad, uno ya naturaliza el hecho, y no puede dar marcha atrás frente a la evidencia de que es algo necesario, muy nuestro, y que -por coherencia- ha de ser abordado. Al igual que, como ante tantas otras aspectos que son medio tabú, o en ocasiones nos sonrojan, son cosas sobre las que hay que hablar mucho, bien y a tiempo, en vez de lo poquito que lo solemos hacer. Rara vez uno habla de sexo, muerte, del verbo amar, de ilusiones o derrota, durante mas de 5 minutos seguidos. Cuando habría que hablar durante horas.

Cada vez soy mas consciente del extraordinario poder de la información en los seres humanos; cómo ésta nos modula, cómo moldea cada célula de nuestro cuerpo. Y esto no es mas que ahondar -simplemente- en la naturaleza singular de la biología humana.

¡Cómo necesitamos la información! Necesitamos recibirla, al tiempo que, otros (para regocijo nuestro) están deseando recibirla de nosotros.

Creo de verdad, que la información tiene mas influencia sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo que muchos de los agentes físicos, químicos y mecánicos que aplicamos/utilizamos en el cuerpo de los pacientes.

Y cualquier dinámica pedagógica asegura ese traspaso de conocimiento. El proyector, y las diapositivas con la información actualizada para la salud, deben ir imponiéndose a las camillas.

En fin, solo terminar recomendándoos a Gaspar P. Tomás, como un docente super-competente que nos ha dejado a todos con un muy buen sabor de boca.

Seguiremos programando aquellas formaciones que merezcan la pena, que nos representen.

Próxima parada: 7 de Junio, donde presentamos de manera mas o menos estructurada nuestro proyecto: MEB – Habilitación. Fundamentos teóricos y prácticos.

¡Seguimos!