23 Julio – 2018. Estamos a punto de cruzar el umbral dorado de las vacaciones. No llegaba el máldito momento.

¡Vaya año! Durísimo. Es increíblemente horrible la tarea de armonizar la pasión de las ilusiones con la gelidez (EL BLOQUE DE HIELO A 2cm DE TU CARA) de los números. ¿Acaso puede haber mayor tortura?

Hemos arrancado. Estamos en pie, alguna rodilla se ha hincado, pero a base de la paciencia y la compresión de todos los que estamos en la nave, no se ha tardado en estirar de nuevo la pata.

Llevamos 11 meses de camino, y ante todo mucho trabajo. Hablar de trabajo es hablar de mis compis ¡¡Qué bestias!! Lo que hemos tenido que hacer y aguantar no lo sabe nadie, todo esto nos ha empujado contra nuestros límites personales, pero ha hecho que unamos aun mas de lo que ya estábamos. Hemos pasado de ser amigos y compañeros a ser familia. Eva, Paula, las dos Isas… No me siento con suficiente vanidad para decir gracias porque nos percibo como simplemente uno, y uno no se da las gracias a si mismo.

No solo hemos arrancado, hemos montado nuestro centro. No puedo evitar casi saltar de la silla de la excitación al escribir esto. Mas aun hoy que he vuelto a ver la película de Patch Adams junto a mis hijxs, de 10 y 6 años.

Hemos logrado nuestro ansiado sueño de crear un espacio de convivencia tal y como aspirábamos. En los tiempos del big data y el algoritmo es jodidísimo no renunciar a los sueños, pero lo hemos conseguido, y creo que vamos a resistir.

Estamos tan locos como para pensar que todo el que atraviesa el umbral de esa puerta, es como si fuera rociado con un fármaco ultrapotente, con gran poder armonizador en el organismo humano, que es -ante todo-  la convivencia. Mas potente que ninguna otra cosa, a la hora de alcanzar esa quimera que es la calidad de vida. Ese difuso concepto que para algunos es “tan mucho” y para otros es “tan poco”.

Hemos hecho cosas, ante todo cargadas de significado para nosotros.

En Abril nos juntamos para celebrarlo, con todos los seres queridos que nos han acompañado en este largo camino, todos aquellos a los que he comido la oreja en algún momento, trabajado codo con codo, reído y chamuscado. Fue un día espectacular, lleno de amigos, de niños correteando, de música, de encuentros entre gente y conversaciones bellas. Comimos pulpo, paella y churrasco. Y cuando cayó la noche hicimos una queimada con su característico conxuro recitado por Susi, una amiga galeguiña.

Hemos puesto en marcha nuestras primeras formaciones, en las que hemos disfrutado mucho, y donde hemos alcanzado mucha paz, gracias al encuentro entre compañeros afines, y en especial al ser atravesados por el conocimiento.

También presentamos oficialmente el proyecto, en una preciosa jornada, a la que asistió mi maestra y mamá profesional, Luisa Funez, la que me metió en todo esto, (me hizo mucha ilusión) y pude al fin contar lo que quería contar, de la manera en la que quería hacerlo, sin guión ni Power Point mediante, algo que llevaba guardado dentro durante años; en una tarde-noche que será recordada por sus risas.

Hemos conocido a nuevas personas, nuestros pacientes, gente espectacular a quien vemos tan amigos como pacientes. Momentos espectaculares y mágicos. Y hemos conseguido muchas cosas juntos, para ellos, y para nosotros, aunque solo fuera por que nos ha permitido seguir remando por el proyecto.

Algún día lograremos cambiar tanto las cosas, como para que el dinero y los números dejen de ser importantes en todo lo que hacemos. No se admiten condicionales a este nivel, no podemos permitirnos ni siquiera dudar de que lo vamos a conseguir, a darle una vuelta.

Hemos ido creando un montón de material visual, diseños, flyers, algunos videos chulos… especialmente el primero! Qué curro y qué satisfacción! …Y pensar que todo comenzó como una ensoñación.

También hemos organizado la “I jornada de Neurociencia en la piscina” que tuvo como protagonista a Arturo Goicoechea, junto al resto de asistentes. Otra día de infarto, un sueño convertido en realidad. Siempre había tenido la ilusión, el sueño de verme en una de esas, pero ¿quién iba a decirme que me iba a encontrar llevándolo a cabo con Goicoechea? Uno de los mas grandes neurocientíficos que tenemos aquí, sobre la Tierra. Estuvimos cantando canciones, haciendo música y hablando del organismo, del sujeto, de dolor, y de lo que nos dio la real gana en un ambiente de libertad total, entre baños en la piscina, barbacoa y cervezas.

Han pasado otras cosas geniales como trabajar durante semanas en pantalón corto, o presentarnos a la gente, a las familias como lo que realmente somos, sin adornos o cortapisas. Y lo mejor de todo… estamos cargándonos los informes por áreas. Se acabó. Se acabaron los tediosos informes por áreas en los que todo se repite, y aun por encima articulados en torno a un mismo error conceptual; que se asume como el estado natural de las cosas, y que simplemente, no nos representa. Entre nosotros cualquiera puede describir la realidad de un paciente, valorarle, establecer un pronóstico, marcarse unos objetivos y por supuesto dirigir una intervención.

Hemos volcado ya muchas cosas sobre el papel, y estamos deseando tener mas tiempo para poder profundizar en todo ello. Esa es una tarea muy bonita y sobre todo divertida.

Luego ya, en estas última semanas, todo ha sido reventar, malhumorarse, no poder mas y que casi ni alcance el ánimo para escribir esto. Arrastrarse. Vacaciones, por favor…

Solo una semanita, pero sabrá a gloria para volver con gas a fondo.

A la vuelta de verano, el 14 y 15 de Septiembre, desplegamos la alfombra roja de MEB, para recibir a “Taller de Independencia” cumpliendo otro antiguo sueño. Taller de Independencia: Bruno, Ania, Juan… son amigos con quienes hemos compartido carretera a lo largo de mucho tiempo, y ahora al fin, vamos a organizar una formación sobre la actividad que llevan a cabo. Una verdadera iniciativa en habilitación. Autonomía y manejo, desempeño. Vida.

Compartimos una relación de recíproca gratitud y puedo decir que jamás estaríamos aquí si no fuera por ellos. No os lo podéis perder, por que vamos a juntar a un grupo de usuarios de silla de rueda (lesión medular) con un mismo número de profesionales, para que entre todos nos contemos de qué va esto y como mejorar, los unos y los otros.

Habrá barbacoa y mas. Bruno quiere que yo me ocupe solo de pinchar música a lo largo de todo el curso, incluso durante las explicaciones. Lo cual es una gran idea.

También tendremos, los días 5 y 6 de octubre, a Arturo Goicoechea para dar su curso sobre movimiento y dolor. ¡Va a ser épico! Nosotros nos lo tomamos con una ilusión enorme porque nos va la revolución, y pensamos que, ahora mismo, todos, estamos formando parte de una. En lo que concierne a la atención a personas que padecen dolor, pero también -en general- sobre la redefinición de organismo y la biología humana, y en consecuencia la manera de interpretar nuestra profesión en el ámbito sanitario y social.

Tendremos también por casa a Barbara Roller. Bárbara es una fuerza de la naturaleza, creo que tiene una energía equivalente a unas 25 personas, es una terapeuta como la copa de un pino, una tía que se exige el mayor rigor en la tarea de la atención digna y especializada a las personas, y lo enseña través de la Basale Stimulation. Le estamos muy agradecidos por tener tanta confianza en nosotros.

Nada de esto es extraordinario salvo para los que formamos parte de ello. Son -simplemente- las cosas de nuestro pequeño mundo.

Seguimos!

M.E.B.