Review sobre la formación en Basale Stimulation en nuestro centro, MEB.

¡Qué fin de semana! Agotador pero precioso.

Este finde he asistido, al fin como participante, al curso básico de Basale Stimulation con Barbara Roller. Ha sido una experiencia maravillosa.

A pesar de conocer Basal desde hace muchos años -desde cuando empecé a interesarme por la intervención con pacientes en estado de mínima consciencia- y de que he estado siempre rondando como organizador en las ediciones anteriores celebradas en MEB, (esta era ya la quinta) no ha sido hasta este finde que he podido vivenciar las ofertas de basal.

No era exactamente consciente de lo que me estaba perdiendo. Ha resultado ser mas de lo que imaginaba, puedo afirmar que me había perdido lo mas importante. ¡Cómo he podido ser tan estúpido! La vivencia corporal de todo ello es casi realmente lo único que importa. La única realidad que sucede mas allá de nuestros sesos.

Acompañar.

Preciosa palabra, un término que está en boca de todos: ¿Acompañas o trabajas? …que decía el chiste.

Acompañar… Respetar, no juzgar, estar al lado de, compartir una idea o una actividad común… Todo esto ya es mucho.

Pero nada como acompañar o que te acompañen, por ejemplo, en una función tan básica como la de respirar. Esta es una vivencia irresistible, capaz de derretir hasta al mayor bloque de hielo de los polos, os lo podría asegurar. Incluso Ortega-Smith caería fulminado con su fusil de asalto si le acompañásemos en su respiración.

Acompañar en el movimiento, con el movimiento, dar y sentir el contacto. Eso es realmente acompañar. El valor de eso es enorme, es donde todo cobra sentido, donde uno entiende, vivencia y da respuesta a los porqués de la experiencia curativa.

A menudo los expertos e investigadores se devanan la cabeza tratando de entender por que determinados actos curan mas que otros, porque ciertas terapias funcionan, por que la forma y condición en la que los fármacos se administran importan en el efecto final (placebo), y se elaboran complejas ecuaciones y algoritmos en relación a la eficacia de las intervenciones, cuando la respuesta la tenemos en vivencias como esta, la del acompañamiento.

Yo me dirijo a ti, con esta “gana”, intención, deseo inconsciente y arraigado de acompañarte, o cuidarte, y entonces el “milagro” (con su correlato biológico) se instala.

Esto es algo de lo principal que he aprendido, ya que es algo que nunca se aprende del todo, o lo suficientemente bien. A veces, simplemente se olvida: vivir en nuestras propias carnes el acompañamiento. No estoy hablando de hacer terapia como tal, si no de estar ahí al lado del otro, simplemente en paralelo a sus deseos mas íntimos y sofisticados, o en sus funciones mas básicas.

post-it pegados en la chimenea deMEB con los deseos de los profesionales para el curso.
Deseos e incertidumbres.

He tenido, además, a lo largo del curso, la inmensa fortuna de aprender y revisar unas cuantas cosas muy valiosas.

He reforzado mi idea de globalidad, una idea que deja la tan manida transdisciplinariedad en un juego de niños. (Hace unos años te acusaban de hereje por usar este término, y ahora se utiliza como estrategia de marketing)

He aprendido sobre los aspectos esenciales de basal, que deberían ser suficientes para dirigir de manera clara y directa los pasos y objetivos de cualquier equipo, ya que atraviesan transversalmente todas las disciplinas.

He encontrado mas respuestas a la siempre difícil cuestión de como abordar lo subjetivo de cada ser humano, que no olvidemos que es lo que realmente le conforma. Dentro de la singularidad única de cada uno de nosotros, de nuestra infinita variabilidad, he descubierto que cuando atiendo a alguien, no puedo por menos que preguntarme a mi mismo: ¿Cómo me gustaría que me lo hicieran a mi? Ese deber de honradez, creo que garantiza un mínimo de dignidad en la atención.

He profundizado en lo corpóreo, y como en torno al cuerpo, a través de la percepción y el movimiento, se organiza mi mundo. Lo mas básico y al mismo tiempo lo mas profundo, mi identidad, mi espíritu.

Ilustración Nina Simone
Misunderstood

Y precisamente con esta idea de corporeidad me desperté muy pronto esta mañana, y mientras trajinaba con música y recuerdos de canciones, no se como he aterrizado en una de mis canciones favoritas, “Ain’t got no- I got life” de Nina Simone, que casi de manera inmediata me dijo: David, hoy va a ser un gran día. Y con ese ánimo eché a tierra el primer pie de la jornada, como si fuera el primer hombre en pisar la Luna.

Eso que pone en la cabecera de mi cuenta de Twitter no es ninguna gilipollez: “Fisioterapeuta, aprendió de las canciones” Claro que si. Las canciones pueden llegar a enseñar todo a una persona. En mi caso así lo es.

Una canción, cualquier pieza de arte, sabe tanto sobre cualquier persona, situación, o rasgo de la conducta humana, como cualquier sesudo análisis científico o filosófico.

Por eso, cuando a las 7 de la mañana del domingo, le he enviado la canción a nuestra profe y amiga, Barbara Roller, me ha respondido que se le ha escapado una lagrimita. Es una canción que es puramente Basale. Es como toda la formación de este fin de semana resumida en una canción. Evidentemente uno no adquiere las mismas competencias escuchando esa canción, que haciendo un curso de 20 ó mas horas. Pero si comprendes la canción, probablemente comprendas lo que el curso trata de decir, y viceversa. Hasta el punto que a lo largo del día y tras comentarlo, hemos concluido que había que ponerla durante el curso.

Puede que no tengas nada, que estés en la mas absoluta miseria, sin ninguna pertenencia, ni compañía, puede que hayas nacido sin nada, que te hayan arrancado todo, o que, tal vez, lo perdieras. Pero frente a esta amarga cuestión que se plantea de manera repetitiva en la primera parte de la canción, se nos recuerda -en la segunda parte- que hay algo que siempre tienes, algo que nadie te podrá quitar, algo por lo que vivir. Y eso es precisamente tu cuerpo, tu nariz, tus ojos, tus tetas, tu culete, tus manos… siempre te tendrás a ti mismo, y así tendrás la vida, tu libertad. Tu identidad.

Eso es lo que queremos para nuestros queridísimos pacientes, especialmente para aquellos mas vulnerables y despojados de todo, que se sientan a si mismos, con cada una de sus partes, estén como estén, imperfectas también, y que conformen esa unidad que son, porque es así como se llega a ser alguien. A través del cuerpo, que también es el espíritu, lo mas profundo del ser. Algo que de manera mágica iguala en un mismo estrato a cuerpo, mente y espíritu.

De modo que a media tarde pusimos la canción, que fue seguida por alguna lagrima de emoción, y aplausos sinceros, de júbilo y gratitud. Ya está decidido que, a partir de ahora, gracias a esta conjunción de astros, cerrará todos los cursos de Barbara. ¿No os parece muy enorme?

Está grabado el momento, y lo podéis ver aquí.

Por otra parte, cambiando de tema, y para concluir, queremos trasmitiros que desde MEB que se va a organizar un grupo de trabajo continuo sobre Basale Stimulation en Madrid, que arrancará en nuestra casa. Un grupo que, con sede en nuestro centro, pertenecerá a todas aquellas personas que lo quieran conformar y autogestionar.

Arrancaremos en el próximo mes de Abril y os trasladaremos toda la información próximamente. Qué buena noticia ¿verdad?

Después de recoger y volver a escuchar la canción con mi compi Eva, antes de entrar a casa, fundido ya, le he dejado un mensaje a Barbara agradeciéndola su presencia y enseñanzas, la inmensa humildad y ausencia de ego de todos los impulsores de Basale, y recordándole lo que mas me emociona de todo, que son los testimonios de los participantes, antes y después del curso, que tienen como denominador común un feroz y determinado deseo de ayudar, de trabajar para los demás.

Es algo que no deja de sorprenderme y maravillarme. Hay mucha gente, cuyo sentido vital es echar una mano. Eso me hace creer mucho en el futuro, y en que el amor es la fuerza que cuenta. Probablemente mucho mas de lo que podamos imaginar, la inteligente masilla que todo lo une, que fomenta la cooperación, y es capaz de transformar en dicha el sufrimiento.

Mal es bien. #MEB.

Feo es bonito. #FEB. (2020)

David Sánchez Caballero.

Echad un vistazo al vídeo original!